Castillos de Palencia
Nogales de Pisuerga
Palacio de los Calderón

Villa situada en el Norte de la provincia, a tres kilómetros de Alar del Rey, municipio al que pertenece.

Consta documentalmente que ya en 1126 es lugar de señorío de Gonzalo Núñez de Obregón, que obtiene el nombramiento de Señor de Nogales por haberlo poblado. Gonzalo Núñez era ricohombre natural de la localidad Cántabra de Obregón.

Pertenece el condado y señorío en la familia hasta que en 1350 se termina la descendencia varonil y pasa por matrimonio al linaje de los Calderón y posteriormente al de los Salazar.

Como recuerdo de aquellos tiempos se conserva el que fuera palacio de los Calderón del siglo XVIII. Está situado en la zona central de la localidad, junto a la plaza de Arroyuelo a donde da la fachada principal de 22 metros de longitud. Tiene adosada en el lado derecho un ala de unos 26 metros de longitud por 10 de anchura, a la que posteriormente se han unido lateralmente otras edificaciones.

Dispone de dos plantas y esta construido con mampostería y sillería, esta última en las esquinas, portada principal y en el recercado de vanos. Todo el conjunto cuenta con una cornisa de piedra sobre la que se asienta una cubierta a cuatro aguas de teja tradicional.

Escudo de la entrada

La entrada presenta un arco de medio punto sobre el que se encuentra el blasón de los Ruiz Calderón, escudo partido verticalmente con una barra o banda en el primer campo y cinco calderas en el segundo, con un bordura con la leyenda "Ave María, gratia plena, Dominus tecum, benedicta tu in mulieribus".

También en la esquina Norte se encuentra otro escudo muy erosionado que da a ambas fachadas.

En 1804 Tomás Pérez Salazar es declarado señor de la villa a la que acude a tomar posesión junto con varios acompañantes y un escribano. En la casa palacio el alcalde de Nogales representa el acto de toma de posesión, lo coge de la mano y lo introduce en la casa abriendo y cerrando la puerta principal, echando a la gente que encuentra dentro, y realiza otros actos significativos de posesión, firmando posteriormente el acta que se levanta y que firman varios testigos.

Un manuscrito del siglo XVII menciona la existencia de varias fortificaciones en la localidad, entre ellas un castillo llamado de La Verde en lo alto de una montaña que domina el valle por el Este, del que únicamente quedaban sus cimientos y fosos.

También menciona la existencia de tres torres, una situada junto al río, al lado del desembarcadero de la Puente vieja que solía ser el paso de un reino a otro, "la cual se cayó y arruinó por estar reedificada con diferente forma". Se la menciona como torre de abajo.

Durante la guerra fratricida entre Pedro I y Enrique II, se acusó a los hermanos del señor de Nogales de acuñar moneda en ella para pagar a la gente de guerra que habían reunido para luchar a favor del primero.

Escudo de la esquina Norte

En el siglo XV Gonzalo Ruiz Calderón señor de Nogales es asesinado y su hijo, de igual nombre, huye. Cuando vuelve años más tarde encuentra a su tío Pedro Ruiz como señor de Nogales, quien no lo reconoce como sucesor de la casa y le obliga a salir de la villa. Gonzalo con la ayuda de otros familiares consigue apoderarse de la localidad y expulsa a su tío quien posteriormente manda a su alcaide a ocupar la torre de abajo y a enfrentarse a Gonzalo Ruiz. Tras varias muertes tío y sobrino hacen las paces a instancias de su pariente el conde de Castañeda, quedando la villa en poder de su legítimo señor Gonzalo Ruiz.

La segunda torre se encontraba al Oeste de la entrada de la localidad y tenía fosos, contrafosos y barbacana que se llenaban de agua procedente de un arroyo cercano que desembocaba en el río.

Una tercera torre se situaba cerca del palacio, en medio de la villa, de la que también tomó posesión Tomás Pérez Salazar en 1804, al igual que de una casa fuerte, toda de piedra, que se encontraba en las inmediaciones de la villa. Hoy todas estas fortificaciones han desaparecido.

En el alto del Portillo había un rollo de justicia como símbolo de jurisdicción, que fue trasladado a la plaza situada frente al palacio.

 Iglesia de San Juan Bautista

A mediados del siglo XIV Nogales es un lugar que sus dos terceras partes son behetría teniendo por naturales al señor de Vizcaya y a Pedro Ruiz Calderón, Gregorio Ruiz y a Juan González de Nogales y sus hijos, así como a Pedro García y Gómez Gutiérrez de Grijalba. La parte restante es solariego de los monasterios de San Andrés de Arroyo y Santa Eufemia de Cozuelos.

El rey recibe 5 maravedís en concepto de martiniega, además los de behetría pagan servicios y monedas, mientras que los de solariego solo fonsadera. Los de behetría pagan asimismo 6 maravedís por naturaleza al señor de Vizcaya, además cada vasallo paga a su señor 6 celemines de pan mediado de trigo y cebada, y la mitad las mujeres viudas.

En 1589 es uno de los 26 lugares que forman parte de arciprestazgo de la Ojeda, en el obispado de Palencia, y figura con 43 vecinos feligreses.

Con 9 vecinos aparece en el vecindario confeccionado en 1646, mientras que en 1712 la localidad, incluida en el partido de Villadiego, figura con 15 vecinos.

A mediados del siglo XVIII la villa figura como señorío de Francisco Antonio de Salazar, con 27 vecinos y cuenta con 28 casas, todas habitables, entre las que se incluye el palacio. El Concejo, que tiene como propios dos pedazos de monte, un batán y una venta que se encuentra cerrada e inhabitable, paga los salarios de médico, boticario, cirujano, abogado y escribano. Dispone de una taberna para los vecinos y otras 2 ventas en su término municipal. Se indica la existencia de 3 clérigos y 4 pobres de solemnidad.

 Iglesia de San Juan Bautista

La villa en 1768 cuenta con 134 habi­tantes, de los que 69 son hombres y 65 mujeres, entre la población hay 12 hidalgos y 3 que pertenecen al Real Servicio. Por esa fecha existe la cofradía de la Vera Cruz de la que forman parte casi todos los vecinos, que carece de bienes propios y los 60 reales que gastan al año los aportan los cofrades.

En el censo de Floridablanca, de 1787, la villa de Nogales figura como señorío de Francisco Pérez Límpias, en la intendencia de Burgos y partido de Villadiego, con 154 ha­bitantes, 78 hombres y 76 mujeres, en el que por ocupaciones hay 15 jornaleros, 13 labra­dores, 1 comerciante, 1 artesano, 2 hidalgos, 1 cura y 1 clérigo de órdenes menores.

Se la menciona con 33 vecinos, 136 habitantes, en 1828, y según datos oficiales de 1843. sus 23 vecinos son todos electores.

A mediados del siglo XIX consta de 32 casas de mediana construcción, además de ayuntamiento, escuela de primeras letras a la que asisten 20 niños y un molino harinero. Se indica una población de 151 almas, consideradas como 31 vecinos.

En 1874 se indica la existencia de 962 habitantes y 83 casas, en los que sin duda están incluidos los datos correspondientes a la población de Alar del Rey, ya que en 1885 la villa aparece agregada a este nuevo ayuntamiento creado al amparo del Canal de Castilla, y se indica la existencia en Nogales de 340 habitantes y 86 edificios, de los que 3 son inhabitables.

 Iglesia de San Juan Bautista

Con la llegada de la electricidad en 1899, procedente de la central eléctrica propiedad de Federico Villanueva, se instalan 36 luces para el alumbrado público.

Además del palacio ya mencionado anteriormente, merece la pena visitar la iglesia la iglesia parroquial de San Juan Bautista. Se trata de un edificio románico de finales del siglo XII o principios del XIII construido con muros de sillería y ábside semicircular. Cuenta con una cornisa apoyada en canecillos románicos tanto en el muro Norte como en el ábside. En el siglo XVI se la añade una nave paralela de estilo gótico. En el interior resaltar la cúpula de la iglesia de forma octogonal y en cuanto a escultura un excelente Calvario del siglo XIII. Los dos retablos barrocos situados cada uno en la cabecera de cada nave, son del XVIII.

Por su enorme altura, llama la atención la mole de la fábrica de harinas situada a la entrada de la villa, heredera de los antiguos molinos que se situaban en el río.