Castillos de Palencia
Capillas
Puerta de Castro

Fue villa amurallada de cuya cerca se mantiene en pie una soberbia puerta de sillería, sobre la que en 1985 se situó el Ayuntamiento. El conjunto con una anchura cercana a los 13 metros, presenta en la zona central un arco apuntado al exterior con una altura hasta la clave de 5,30 metros y una luz de 3,50, que dan acceso a un pasillo de 7 metros de largo cubierto por una bóveda de cañón.

Se conservan también restos del lateral de una segunda puerta, construida de tapial al igual que la muralla, que ha llegado muy deformada. En la parte inferior de la misma se aprecia un pequeño zócalo de piedra sobre el que se alzan más de cuatro metros de tierra. Tiene una anchura de 7 metros, lo que fue aprovechado para construir viviendas excavando en el muro.

A pesar de los escasos restos de su antigua muralla, una consulta al plano de la localidad o una imagen aérea de la misma permiten ver el trazado que tuvo, con su forma redondeada típica de las villas situadas en terreno llano, que al no haber expandido el casco urbano ha llegado claramente definida hasta nuestros días. Su perímetro viene limitado por una ronda exterior formada por las calles Obispo y Barrio del Pozo.

Las primeras noticias que se tienen sobre la localidad corresponden a la donación que en el año 916 realiza el rey Ordoño II de la villa de "Capellas", confirmada en 955 por Ordoño III mencionándola como "Fonte de Kapellas".

Restos de la muralla

A mediados del siglo XIV figura en el Becerro de las Behetrías como lugar de behetría de Don Juan Alfonso de Alburquerque, que es también señor de otras localidades de la zona de Campos, entre las que se encuentran además Ampudia, Becerril de Campos, Castromocho, Frechilla, Fuentes de Nava, Meneses de Campos, Torremormojón y Villarramiel.

Están bajo la jurisdicción de un merino al que pagan 6 maravedíes, el señor cobra la martiniega, mientras que el Rey percibe tributos por servicios y monedas, pero no por fonsadera ni yantar.

Juan de Velasco, señor de Herrera de Pisuerga, hereda en 1418 a su hijo Fernando con los treinta excusados que tenía entre las poblaciones de Capillas y Villerías de Campos.

En el Becerro de las Presentaciones de la Catedral de León, de 1448, aparece Capillas incluida en el arciprestazgo de Villalón, obispado de León. En esos años en comparación con otras localidades de la Merindad de Campos a la que pertenece, tiene una población media-alta. El importe de las alcabalas que paga en 1514 asciende a 82.080 maravedís.

Durante la guerra de las Comunidades, al igual que otras localidades de Campos, se muestra favorable al levantamiento comunero, lo que motiva una posterior sanción de 150 ducados de oro como contribución de guerra. Según los datos del censo de 1528 hay en la villa 133 vecinos pecheros.

Panorámica aérea

Es el lugar de nacimiento de Francisco Blanco de Salcedo, obispo de Orense en 1576, que en esta localidad tiene su casa palacio e hizo construir la Fuente de los Caños, situada frente al Ayuntamiento.

En 1591 se indica la existencia de 204 vecinos, de los que 195 son pecheros y 9 pertenecen al clero secular. A pesar de ser villa de behetría de mar a mar, en 1608 es vendida al duque de Lerma, valido del rey Felipe III, por 4.056.000 maravedís. Cuenta en esos momentos con 253 vecinos y medio.

La localidad tiene una escritura de suministro de sal de 120 fanegas anuales con el alfolí de Medina de Rioseco al que está agregada, aunque en 1631 únicamente solicita 90. Quince años después, la población asciende a 120 vecinos.

Tras el fallecimiento de Diego Gómez de Sandoval, último duque de Lerma, a principios del siglo XVIII pasa a los duques de Medinaceli. Se señala un vecindario de 129,5 vecinos en 1712, entre los que se incluyen 21 viudas contadas como medio vecino cada una y 20 pobres, además de un mendicante al que no se le considera vecino.

A mediados del siglo la población es de 140 vecinos y el casco urbano lo forman 141 casas, una de ellas arruinada. El censo de 1769 menciona un total de 598 habitantes, de los que 277 son hombres y 321 mujeres. Por esas fechas se conoce la existencia de 10 cofradías en la localidad, siendo la más importante la Cofradía de Todos los Santos y Hospital, que celebra misa diaria y atiende con sus rentas a los pobres y enfermos, con un gasto en 1771 de 8.023 maravedís.

Iglesia de San Agustín

La población en 1787 es de 569 habi­tantes, 289 varones y 280 mujeres, que por ocupaciones se reparten en 44 labradores, 26 jornaleros, 25 fabricantes, 9 comerciantes, 3 estudiantes y 1 escribano. Hay además 5 hidalgos y 4 beneficiados, 1 cura, 1 sacristán y 1 acólito. En el hospital, atendido por un empleado, se encuentran 2 varones enfermos.

En 1815, debido a la Guerra de la Inde­pendencia, solicitan al Conde de Casa Trejo y Marqués de la Tejada les dispense del pago de los 15.000 maravedís que por cientos y alcabalas le deben de los años 1809 a 1813 que gastaron obligados en suministro de las tropas francesas y de los guerrilleros, consiguiendo rebajar el pago a 9.000 en dos años.

Se menciona la localidad en 1828 con 136 vecinos, 420 habitantes. Dispone de 27 telares de estameñas ordinarias que venden en Asturias, Galicia y provincias vascongadas.

A mediados del siglo XIX la población asciende a 147 vecinos, equivalente a 765 almas, con 160 casas en el casco urbano. En el Canal de Castilla, aprovechando el salto de agua de la segunda esclusa, se ha instalado un molino harinero.

La villa se incluye en el partido de Frechilla en el censo oficial de 1857 con 731 habitantes, 374 hombres y 357 mujeres, aunque 10 hombres y 15 mujeres son considerados transeúntes.

Iglesia de San Agustín

En 1874 se indica la existencia de 685 habitantes y 170 casas en la localidad, aunque el empadronamiento de 1877 rebaja la po­bla­ción de derecho a 539 habitantes, 280 varones y 259 mujeres.

La iglesia de San Agustín levantada a finales del XIV y reformada en el XVIII, dispone de tres naves y un amplio crucero, cuenta con el primer órgano construido por Tadeo Ortega en 1776.

En el lateral de la iglesia se conserva la antigua portada del pósito de grano, y frente al ayuntamiento la fuente, mandados construir por D. Francisco Blanco de Salcedo.

También al lado de la iglesia existió un hospital dedicado a Todos los Santos, del que se aprovecharon las columnas del patio porticado que tenía para la reconstrucción del patio de armas del castillo de Monzón de Campos.

Junto al núcleo urbano transcurre el Canal de Castilla, y a poco más de un kilómetro, aguas abajo, se encuentra la segunda esclusa del Ramal de Campos.